La belleza oculta en lo diminuto, nos enseña a apreciar la diversidad en el mundo natural, nos recuerda la efímera belleza de las cosas y la importancia de vivir este momento. Podemos mirar más allá de lo obvio y encontrar nuestra propia autenticidad en medio de este mundo cambiante y diverso, abrazar nuestra singularidad y añadir nuestros colores únicos, a la sinfonía de la vida.

Para esta noche, vete preparando un sueño, moldéalo con la forma que más te guste. No lo encojas para que no se haga pequeño, estíralo y hazlo tuyo hasta que esté a tu medida. Y mañana, vístete con él y que no se te olvide que lo llevas puesto.

Aunque el farol sea pequeño, se ve desde muy lejos en la oscuridad. Que nunca se apague tu luz.

Y nacerá con él un nuevo sueño.

Quizás buscaba mirando al cielo lo que tenía guardado en un pliegue de mi alma, pequeña y casi extinguida el aroma de la esperanza.

Todo aquel que no quiera verte crecer , te dirá que «no se puede»

No guardes todo aquello que puedas dar a los demás. Se nos dio un don que es la capacidad de amar. No lo desperdicies, ni dejes que se apague dentro de ti.

Siempre es un buen momento para despertar.

A veces, cuando estamos enamorados, descubrimos que somos capaces de cualquier cosa.

En ti está encender esa luz que guíe tus pasos…